“Siendo venezolana me sentí muy cómoda y acogida en mi tribu. Por ‘cosas del universo’ tuve la fortuna de llegar a Piedra Luna y el programa Terapeuta del Alma ha sido una bendición en mi vida porque, de alguna u otra manera, he encontrado una nueva familia aquí lejos de mi hogar. Me siento inmensamente agradecida de todos mis compañeros y compañeras, pero sobre todo de todos y cada uno de los profesores quienes no solamente son brillantes y muy inteligentes, sino que además tienen un corazón enorme que abren y comparten en cada una de las clases. En conclusión, los invito a todos a vivir la experiencia de esta formación y que experimenten cómo su nivel de consciencia y de madurez espiritual se agiganta en cada paso que dan.”