Sofía Coloma
“A mis 29 años tuve la maravillosa experiencia de haber sido parte de este maravilloso Diplomado que es el programa Terapeuta del Alma en el Centro Holístico Piedra Luna. Esta formación llegó a mi vida de una forma muy mágica y siento que se ha convertido en una de las grandes herramientas que me permiten en la actualidad seguir creciendo y avanzado en mi camino espiritual, algo que para mí es definitivamente lo más valioso de esta experiencia humana. Todo lo vivido a lo largo de estos 9 meses ha sido hermoso. Estoy profundamente agradecida de los profesores, de los directores Kathy y Diego, de su sabiduría y de la forma en que generosamente comparten tanto su conocimiento, entendimiento y sabiduría con nosotros los estudiantes. 100% recomendado.”
Karla García
“Siendo venezolana me sentí muy cómoda y acogida en mi tribu. Por ‘cosas del universo’ tuve la fortuna de llegar a Piedra Luna y el programa Terapeuta del Alma ha sido una bendición en mi vida porque, de alguna u otra manera, he encontrado una nueva familia aquí lejos de mi hogar. Me siento inmensamente agradecida de todos mis compañeros y compañeras, pero sobre todo de todos y cada uno de los profesores quienes no solamente son brillantes y muy inteligentes, sino que además tienen un corazón enorme que abren y comparten en cada una de las clases. En conclusión, los invito a todos a vivir la experiencia de esta formación y que experimenten cómo su nivel de consciencia y de madurez espiritual se agiganta en cada paso que dan.”
Thalía Ortega
“Me formé como Terapeuta del Alma el año 2020 (momento en el que la pandemia nos removió a todos) y puedo decir que todo el proceso asociado a la formación fue muy nutritivo. Lo anterior no solamente por los contenidos teóricos de cada clase, sino también por lo que representó el gestarnos a nosotros mismos a lo largo de los 9 meses. Mi crecimiento espiritual fue muy profundo gracias a los docentes, pero también gracias a las relaciones con mis compañeros y compañeras. Por último quisiera mencionar que el TDA no solamente nos da una nueva perspectiva de las cosas; también nos ayuda mucho a crecer y a encontrarnos con nuestra esencia que se encuentra muchas veces escondida o apagada por el sistema en el que vivimos. Estoy verdaderamente agradecida.”